
Manizales es una ciudad que tiene encanto donde quiera que se vaya. Una ciudad rodeada de montañas verdes, de naturaleza y de gente feliz; pero en definitiva lo que más me gusta de esta hermosa ciudad es todo lo que se genera alrededor y esos espacios culturales que hacen nuestra ciudad única.

A veces hace falta desconectarse del mundo y perderse en lugares salidos de la realidad. Así encontré a Tominejo Ecolodge y sus casas en los arboles como de cuento de hadas.

¿Les ha pasado que a veces les falta una cuota de paisaje para que el balance del día sea muy bueno? Así fue como llegué a este lugar: La Marquesa Restaurante. Y es que la casa en el árbol a su entrada; a la que le hice todo el seguimiento de construcción ya que esta es la ruta que pedaleo en mi bici constantemente; me tenía intrigada. Quería saber qué pasaría luego en este lugar.