
¿Alguna vez han cerrado sus ojos y pedido con fe que les den una respuesta, o aunque sea una señal? Pues yo sí. Y vaya que le tomó a Dios o al universo o cómo le quieran llamar; tan solo unos minutos para ponerme en jaque.

Desde niña me he sentido atraída por toda la historia ancestral, por los indígenas y su conexión con la plantas, por las culturas que existieron antes de nosotros y que tenían una información que aun en nuestro tiempo desconocemos, o para la cual no encontramos explicación.

Después de varios años de estar buscando quién me acompañara a este plan, por fin recibí una llamada: - ¿Nos vamos para Norcasia este fin de semana? - de inmediato dije sí sin pensarlo; de lo único que estaba segura era que no podía esperar más.